Sube y baja

 Arranqué este proceso pesando 138 k.


Durante el verano, con tanto calor, mis ganas de moverme y hacer ejercicio físico no llegaban ni a cero. Especialmente luego del fin de semana de carnaval con una ola de calor extremo. No me dio un golpe de calor... me dio ¡una paliza!... con vómitos y diarrea.

Y antes del finde de carnaval... pues estaba concentrado en terminar los trajes de la comparsa en Paraná; así que pues... olvídalo... me la pasaba sentado casi el día entero en el taller de la comparsa 😖

Además, muchas veces se cena en el taller y eso implica comida "de mano" como le llamo yo, "finger food" como le llaman quienes quieren parecer elegantosos. Es decir: pizza o empanadas

La pizza no está mal, el problema es que sea casi exclusivamente pizza el menú y además comer a deshoras. Si uno tiene hambre y ha esperado para comer, termina comiendo más de lo adecuado. No hay que esperar a tener hambre para comer. Nuestro cerebro "animal" interpreta que hay escasez de alimentos y nos "ordenará" comer todo lo posible para acumular energía y aguantar hasta la próxima incierta vez que consigamos alimentarnos. No importa cuánto lo razonemos y nos "reprimamos"; siempre comeremos de más en estas situaciones.

Con las empanadas pasa lo mismo, es mejor elegirlas de verduras; que no había en este caso que relato, y las elegí de pollo que, según dicen, es más saludable que la carne de vaca (tendré que investigar este tema para confirmarlo o desmitificarlo).

Conclusión: no bajé nada, o casi nada... en realidad, bajé y subí de peso como si hubiera estado jugando en un subibaja

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